lunes, 6 de noviembre de 2017

Maestros y Aprendices

Hay momentos en los que ni yo misma se en donde estoy parada, por un lado algo me dice como son las cosas, y por el otro me empeño en quedarme a ver que es lo que va a pasar, teniendo presente ese sentimiento, aunque anulándolo con la esperanza de que todo sea por algo. Esa voz me dicta cosas y acciones, y aveces no siento la seguridad necesaria para hacerle caso, simplemente quiero fluir y tomarme el tiempo necesario para decidir si realmente la voz tiene razón o no, que junte la fuerza necesaria para que realmente me haga ruido, ademas de sentirlo, verlo, vivirlo, tal vez sea perder el tiempo y hacer el camino largo en vez del camino corto, pero sinceramente mi ser necesita hacer todo el proceso largo para tomar decisiones, estar segura de lo que tomo y de lo que dejo, sentir que realmente no me queda nada de nada mas para aprender de esa situación antes de soltarla, antes de pasar a otra cosa. Me pasa que con la gente aprendo y mucho, me atrae la gente que siento que son maestros de la vida, me gusta poder tomar todo lo que me puedan dar y aplicarlo en mi crecimiento personal, esa gente me tiene ahí, prendida de ellos, absorbiendo el saber, me mantienen interesada en analizar lo que son y lo que dan, hasta las cosas de las que ni ellos son conscientes, pero que a mi ojos dejan manifiesto en sus acciones, en sus palabras; cada persona me aporta, me transforma, se que todos somos maestros y aprendices a la vez, pero siempre me gusto mas ser la alumna, no soy buena para ser yo quien enseñe, mis conocimientos y teorías de la vida y mi forma de vivir es un tanto privada y me gusta mantenerla así, revelándola en momentos puntuales, con personas puntuales y contextos puntuales, y esto es así, por que cuando he querido expresarla y compartirla no puedo hacerlo de la forma en la que realmente la veo, y se empieza a liar todo en mi mente y me bloqueo, pero internamente es tan claro, tan simple, tan puro, que siento que hay algo que no me deja revelarlo, y creo que simplemente es porque cada uno debe llegar a sentir sus propios aprendizajes por si mismos y no hay mucho que yo pueda hacer con mis aportes si la otra persona no esta en ese mismo punto por su propio transitar del camino, entonces comparto solo cuando fluye y cuando se da de manera natural, en cambio como alumna si me siento cómoda, escuchando atentamente, entendiendo las palabras de mi maestro, tomando la profundidad que realmente tienen esos conceptos y haciéndolos propios, me llena el alma...Pero que ocurre cuando el maestro deja de ser maestro y pasa a ser alumno, me gusta sentir admiración por el maestro y no que se pierda y deje de crecer por apegarse a los conocimientos que ya tiene creyendo que estos son los únicos que existen, la evolución es constante, nunca se debe frenar, y uno debe mantenerse en su rol de maestro siempre, y continuar sus aprendizajes. Nunca dejen de crecer, nunca se termina de aprender, somos alumnos, pero nunca hay que dejar de ser maestros, no retrocedan sobre el camino ya transitado.

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