Iba andando en el camino del desierto del Zulu hacia el norte del real, iba buscando entre cactus que iluminan con su luz, que iluminan la verdad, yo tengo que encontrar. Al fin llegamos a la selva en el poblado de Manaos, en la Amaznas tropical, allí arribamos a un santuario y nos recibió un chamàn, nos tomo un su regazo, jamas dejes de amar, cuenta el chamàn, el amor es todo, jamas dejes de amar...
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